A pesar de llevar casi 20 años en liza, Civilization mantiene su trono gracias al buen hacer de Firaxis y a una filosofía de desarrollo que ha servido para mantener la esencia de la saga en cada entrega, sin por renunciar a las necesarias novedades para evitar el estancamiento.
Otro detalle que llama la atención es el tema gráfico. Por un lado, y aunque no resulte demasiado relevante para un juego como Civilization, hay que decir que esta quinta entrega tiene un aspecto visual brillante, con escenarios plagados de detalles, nubes, animales moviéndose y otros adornos que hacen que mirar el mapa cada turno sea un auténtico placer.
Pero, sin duda, el cambio más importante de Civilization V está en el sistema de combate. Todo lo comentado hasta ahora son refinamientos y algunos cambios sustanciales, pero es en el combate donde está claro que el estudio ha puesto toda la carne en el asador para sacudir la fórmula clásica de la saga. Para hacerlo, Shafer se ha ido a las memorias de su niñez y ha recuperado la esencia de Panzer General para destilarla y aplicarla en este juego, lo que a su vez ha tenido el efecto secundario de traer los hexágonos a un título que siempre se ha basado en cuadrantes.